En la sociedad moderna, estamos rodeados de productos químicos que pueden ser dañinos para nuestra salud si no se manejan correctamente. Una lesión química puede ocurrir cuando una sustancia química entra en contacto con la piel, los ojos, los pulmones o el sistema digestivo, lo que puede resultar en daño a los órganos internos.
Las lesiones químicas pueden tener un impacto grave en la salud de una persona, especialmente cuando se desarrolla el Síndrome de Sensibilidad Química (SQM). Esta condición se caracteriza por una sensibilidad exagerada a sustancias químicas comunes en el ambiente, como productos de limpieza, perfumes, pesticidas, humo de cigarrillo y otros agentes químicos presentes en el aire que respiramos.
Las lesiones químicas causadas por la inhalación de sustancias tóxicas son un problema grave que puede tener consecuencias devastadoras para la salud de una persona. Este tipo de lesiones pueden ocurrir en entornos laborales donde hay exposición a productos químicos peligrosos, como en fábricas, plantas industriales o laboratorios. También pueden ser el resultado de accidentes domésticos, como la inhalación de vapores tóxicos de productos de limpieza.
Los accidentes químicos son un riesgo potencial en varios entornos, desde hogares hasta lugares de trabajo. Uno de los tipos más comunes de lesiones químicas son las quemaduras químicas, que pueden ser causadas por una amplia variedad de sustancias corrosivas.